A partir de julio, la normativa de la Unión Europea dictamina que todos los tapones deben permanecer adheridos a las botellas de plástico. Esta disposición busca mitigar la grave contaminación plástica, aunque ha suscitado críticas en las redes sociales por la incomodidad que representa para los consumidores al manejar dichos recipientes.
Desde el venidero miércoles 3 de julio, todas las bebidas embotelladas en plástico o cartón en el territorio de la Unión Europea deberán incorporar un mecanismo que asegure el tapón al envase, con el fin de prevenir la polución ambiental.
Bebidas como agua, refrescos, leche y tés helados se verán impactadas por una normativa de la Unión Europea de 2019 que aspira a disminuir la contaminación plástica.
«Los tapones y las tapas plásticas, habitualmente utilizados en los envases de bebidas, figuran entre los desechos más frecuentes en las costas de la UE», establece la directiva, que debe integrarse a la legislación nacional de cada Estado miembro.
La normativa expresa que «la comercialización de envases de bebidas fabricados con plástico de un solo uso deberá ser permitida únicamente si los diseños de estos cumplen con criterios específicos destinados a minimizar su dispersión en el entorno».
Este reglamento abarca tanto botellas de plástico como envases compuestos, que incluyen materiales como cartón, plástico y aluminio, pero excluye aquellos de vidrio o metal, así como los productos destinados a usos médicos.
Cristaline, líder en ventas de agua en Francia, se autodefine como pionera en esta área, adoptando desde 2016 el tapón solidario. «Previniendo la dispersión de tapones en la naturaleza, este diseño promueve la segregación adecuada de residuos para su reciclaje eficiente», menciona en un comunicado.
Con la directiva de 2019, la UE se dirige a erradicar todos los productos plásticos de un solo uso como platos, cubiertos, pajitas e hisopos, cuya producción se basa en petróleo, para ser prohibidos a partir de 2021. Los inventarios existentes podrán ser eliminados gradualmente.
A pesar de que la medida pretende proteger el ambiente de la polución plástica, múltiples usuarios en redes sociales han expresado su disconformidad, argumentando que el manejo de las botellas plásticas se complica con estas nuevas regulaciones. El escritor español Arturo Pérez Reverte criticó fuertemente la medida en la red social X.
La disminución en el volumen de los envases constituye uno de los pilares del denominado Pacto Verde Europeo, una serie de estrategias audaces para reducir la contaminación en el continente. La legislación de la UE proyecta una reducción del 15% en el volumen total de envases para 2040, con el objetivo de revertir la tendencia creciente de vertidos plásticos en los océanos. Además de la prohibición de plásticos de un solo uso en varios estados, actualmente se negocia un tratado internacional para detener la contaminación plástica a gran escala.
Se estima que actualmente se producen 460 millones de toneladas de plástico anualmente, cifra que podría triplicarse si no se toman medidas al respecto.
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