Para lograr una gestión del agua sostenible y eficiente, es preciso contar con un conocimiento exhaustivo de todos los procesos que intervienen en el llamado ciclo integral del agua.

Este es el responsable de que podamos realizar acciones rutinarias y aparentemente sencillas, como llenar un vaso de agua en nuestra cocina, pero detrás de las que se esconden relaciones e interconexiones complejas.

El ciclo urbano del agua es el proceso general que cubre los servicios de abastecimiento y saneamiento, es decir, aquel que da comienzo con las tareas necesarias para obtener el recurso de agua, y que finaliza con la correcta devolución a la naturaleza del agua desechada. Es uno de los procesos más relevantes en nuestro día a día, compuesto por 6 etapas.

1. Captación

El primer paso es conseguir desde la naturaleza el volumen de agua requerido para abastecer tanto las necesidades de consumo humano como las que generen las actividades antrópicas que necesiten agua para llevarse a cabo (industrial, comercial, turística, etc.). Esta captación puede realizarse de distintas formas: a) desde aguas superficiales, como es el caso de los embalses, tomas desde cursos de agua, etc.; b) desde aguas subterráneas, como en los pozos conectados a acuíferos.

En algunos casos, la captación puede realizarse desde el resultado de procesos de reutilización, en los que el agua obtenida será destinada generalmente para usos diferentes al consumo humano, como por ejemplo el riego de espacios verdes o la limpieza de calles. A pesar de ello, y debido a la cada vez mayor escasez de agua en determinados puntos del planeta, en los últimos años se están llevando a cabo numerosas investigaciones a nivel global para conseguir una reutilización del agua terciaria que llegue a ser apta para el consumo humano.

2. Tratamiento

Una vez captada el agua bruta es necesario tratarla para que sea adecuada para el consumo humano, es decir, conseguir convertir el agua bruta o cruda en agua potable. Para ello, contamos con las Estaciones de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) o plantas de potabilización.

Existen ETAPs con diferentes combinaciones de tecnologías: coagulación, sedimentación, filtración, cloración…pero todas persiguen el mismo objetivo con el que nacieron las primeras instalaciones de potabilización en Escocia en el siglo XIX, y que, tras su éxito, se extendieron por el resto del mundo.

Actualmente se siguen estudiando nuevas tecnologías para perfeccionar los procesos de potabilización que se llevan a cabo en estas ETAPs.

3. Almacenamiento

Una vez se ha tratado y potabilizado el agua, se transporta hasta depósitos urbanos conectados con la red de abastecimiento. Su objetivo es doble: por un lado, asegurar un suministro de agua potable continuo bajo parámetros controlados, y por otro asegurar la disponibilidad de agua a futuro aprovechando los momentos en los que exista un excedente que sobrepase las necesidades actuales de abastecimiento.

Para ello se utilizan depósitos distribuidos en distintos puntos estratégicos, a partir de los cuales se realiza el suministro, ya sea mediante instalaciones de bombeo, o gracias a la ayuda de la gravedad, por estar localizados en puntos elevados del terreno.

4. Distribución

La distribución del agua potable se divide con arreglo a dos escalas de redes: la red en alta y la red en baja. La red en alta se encarga de la abducción y distribución del agua desde las plantas potabilizadoras, primero hasta la entrada de las poblaciones mediante una red conformada por tuberías de gran diámetro (800-1600 mm) y después creando una red de distribución que acaba en cada punto de suministro, a través de tuberías de diámetro medio (450-800 mm).

Una vez el agua llega a los puntos de suministro, la red en baja es la encargada de distribuir el agua hasta cada domicilio mediante tuberías de menor diámetro.

5. Saneamiento

Una vez se ha hecho uso del agua distribuida, es necesario recoger correctamente la que ha sido desechada. Entonces es cuando entra en juego la red de saneamiento, formada por tuberías y canalizaciones encargadas de recoger y transportar el agua sobrante y desechos (aguas residuales) desde cada domicilio hasta las plantas de depuración. Su diseño ha de contemplar numerosas variables, como por ejemplo los diámetros de las secciones (que sean capaces de acoger también nuevos desarrollos urbanos) o la orografía del terreno, para poder estimar la velocidad normal en cada tramo o el comportamiento de la red ante eventos de lluvias intensas.

Las nuevas tecnologías avanzan también en este sector, ofreciendo novedosas técnicas de sensorización y modelización de este tipo de redes, cuya información aportará un gran valor a la toma de decisiones en las instalaciones que conforman la siguiente fase del ciclo integral.

6. Depuración

El agua residual recogida por la red de saneamiento llega a las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR), cuando comienza un complejo proceso de tratamiento con el fin de obtener agua retornable a la naturaleza. El agua recorre un complejo proceso dividido en distintas fases y basado en técnicas físico-químicas y biológicas (desbaste, desengrasador, decantación, fangos activos, reactor biológico, biodiscos, microfiltración, etc.) con el fin de eliminar y/o reducir contaminantes potencialmente peligrosos para la naturaleza. Así, gracias a estas instalaciones somos capaces tanto de reutilizar el recurso depurado como de devolverlo al medio ambiente con el menor impacto posible.

Gracias al progreso de la tecnología es posible avanzar en la optimización de estos procesos, los cuales nos aseguran cada día una mayor calidad y disponibilidad de nuestro bien más preciado.

Servicios y soluciones para el ciclo integral del agua

En definitiva, para que el ciclo integral del agua culmine con éxito se suceden distintas etapas, cuya gestión entrama procesos complejos que requieren de una gestión experta.

Los servicios y soluciones tecnológicas de la compañía se centran en proporcionar las herramientas necesarias para asegurar el control del ciclo integral del agua. De esta forma, las organizaciones cuentan con la capacidad necesaria para cumplir con el más alto nivel de eficiencia, transparencia y sostenibilidad. Estos procesos pueden ser monitorizados y controlados desde la solución tecnológica GoAigua, con el fin de asegurar una gestión de este ciclo tanto integral como integrada.

Fuente del artículo: https://www.idrica.com/es/blog/las-6-etapas-del-ciclo-integral-del-agua/